Las Nasas

La mejor forma de estropear un dia en Agaete es comer en las nasas,toda la sensacion de belleza del puerto y los farallones que lo rodean se pierde en 10 m. Puntillitas sosas y aceitosas. Las patatas de guarnicion de las vueltas secas y refritas. La vieja frita pasable un tanto seca.Te cobran pan de 3 y te dan 2. En resumen poca calidad ,detalles feos y muy muy caro. Es una lastima ver como el virus del turismo y la falta de cuidado amargan una bella jornada.

Restaurante en Agaete☺️ 🍽️🍽️ No tuvimos suerte de pillar terraza y eso le quitó mucho encanto, pero comimos bien. Lo mejor las papas arrugadas y el queso frito con mermelada, los podría comer cada día. También pedimos vueltas de ternera y calamar sahariano frito. 💵💵 De precio medio. Pagamos 25€ por persona sin 🍷y sin 🍨. 👩🏽‍🍳👨🏽‍🍳El servicio rápido, aunque desorganizado.

He comido en este restaurante varias veces y no escarmiento aunque será la última. La comida un despropósito. El gofio escaldado, seco y sin sabor y hecho seguramente con agua en lugar de caldo y además los ajos sin freír. Los calamares que no son nada baratos, ocho anillos en total a casi dos euros cada uno y encima mal fritos y duros con ganas. El pescado en tacos con sabor a descongelado vaya usted a saber cuantas veces y el mojo verde insípido total. Las papas arrugadas son sancochadas/cocidas sin sal y con un mojo también insípido y tirando a dulce. Un castigo a la cocina canaria en toda regla y en todos los platos. Encima nos tocó un camarero antipático e ineficaz que me trajo la segunda cerveza ya casi con los postres y encima protestando porque me queje de la tardanza y me dijo "que la barra estaba muy lejos." Inconcebible respuesta. Pésima experiencia que no pienso repetir. Una pena porque es todo un clásico y bien situado.

El restaurante el amplio. No había sitio para comer en la terraza así que hemos comido dentro. El trato de los camareros ha sido correcto pero no sé que les ha pasado que aparte de tardar un montón en sacar la bebida después se han confundido varias veces en volver a traer las bebidas. Sin tan siquiera comer nos han ofrecido: Ron y después unas jarras de cerveza. Hemos pedido parrillada de pescado, estaba bien. Si volvería iría a mirar otro sitio.

Una visita y nunca más. Las vistas de la terraza buenas, tardaron un siglo en traer la comida. Pedimos pulpo frito con mojo, el pulpo seco y marítimo, las patatas arrugadas pasadas y rancias. Los huevos rotos quemados la ropa vieja no me gustó tampoco. No me extraña que este restaurante tuviera mesas para comer y en el resto haciendo cola. El baño de caballeros sin comentarios, mejor no hablar. Conclusion: muy mala elección.