Las Nasas

Sinceramente sin más, comimos aquí porque era de los únicos que tenía mesas libres y teníamos algo de prisa porque en una hora teníamos el barco. Tiene una terraza agradable con vistas al mar/puerto que puede que sea lo mejor. El servicio muy justito, tipicos camareros que llevan toda la vida ahi y que te hablan con aires de superioridad y de que se las saben todas. De comer pedimos unos calamares que estaban normales, se nota que son congelados. Lo peor fue el spaghetti con frutos de mar. Un sabor bastante raro, como si hubieran usado los restos de una paella. La pasta en sí muy sin más tambien. Algo que no estuvo mal fueron las gambas al ajillo, aunque es difícil no hacerlo bien con un plato tan 'basico' De postre pedimos dos polvitos uruguayos que eran de doña Laura y nada que objetar, hace tiempo que lo quería probar y estaban muy buenos. Buena oferta de postres de calidad. Como comenté al principio, muy sin más... luces y sombras aunque muchas más sombras. Si puedes comer en alguno de los otros muchos sitios mejor, no te pierdes nada.

Muy buena la comida, aunque ponen muy poca comida, los precios son elevados en algunos platos comparado con los restaurantes que hay de la misma línea. El plato que pedí fue pescado a la espalda y me pusieron un pescado pequeño que cuando lo vi me sorprendí bastante y por eso me cobraron 18,90€. La terraza está muy bien aunque hay otros restaurantes más económicos alrededor con la misma o mayor calidad. El personal muy amable

Hacia tiempo no iba tras el cierre. Gofio y papas arrugadas para empezar, estando las papas algo pasadas. El pulpo muy bueno pero la paella no sabía más que a colorante y a nada de mar, y es difícil fallar en un arroz con tanto pescado en la zona para hacer un buen fumet. Los platos algo rápidos no habiendo terminado con los entrantes y ya venía el siguiente, el pulpo y al instante la paella, muy rápido todo. Observe al camarero mandar retornar la comida pero luego llegó fría. Lo salvan las vistas del sitio. Postdata, me parece bien ofrecerme el pescado fresco pero con una vez basta.

Fuimos a este restaurante porque era el único que vimos con mesas libres. Comida correcta sin grandes pretensiones. El gofio estaba bueno. Los postres muy ricos. El pescado a la plancha ni una espina, recomendable. El gazpacho bueno tambien. Tiene una terraza con sombra que da al puerto. Disponen de tronas para bebés/niños. El personal a pesar de tomar los pedidos con tablets parecia estar un poco descoordinado olvidando alguna comanda o trayendo platos de otras mesas.

NADA RECOMENDABLE, COMIDA NEFASTA, PRECIOS ABUSIVOS, PEDIMOS SARDINILLAS Y OLIAN A PODRIDO, LA DEVOLVIMOS, EL PESCADO VIEJO, UNA RODAJA DE MEDREGAL Y UNA PAPA 18,90€, EL TOMATE ALIÑADO MOLIDO, EL GOFIO ESCALDADO CON AGUA INSIPEDO, 3€ UNA COLA DE BOTELLA PEQUEÑA, ES CARISIMO COSTO 57,15€ Y ES COMIDA BASURA...